Nuevos tiempos políticos

Rocio García Olmedo

Nuevos tiempos políticos que demuestran que lo que antes era considerado por quienes
hoy gobiernan como “piso disparejo” o como una “elección de Estado” hoy, olvidándose
de ello, lo repiten, no solo al interior de su partido gobernante y en contra de su propia
militancia por sus procedimientos “democráticos” que no tienen nada de democráticos;
como, violando el marco jurídico que ellos mismo propusieron entonces y al inicio de este
gobierno federal.
Apertura de “corcholatas. Mítines de respaldo en entidades que tendrán elecciones el
próximo año. Actos anticipados de campaña (espectaculares, impresos, obsequios, uso de
programas sociales en todo el país, acarreos y todo tipo de expresiones realizadas “fuera
de la etapa de campañas políticas”, todo, violatorio de la Constitución y de las normas
electorales.
Para el partido oficial Morena, para el presidente de la República, para el Gobernador del
estado, la sucesión de presidente y de gobernador del estado de Puebla, ha iniciado.
En el caso federal, el mismo presidente ha ido abriendo una a una sus “corcholatas” como
él mismo las nombró y designó. En el caso de la entidad “invitando” a que se “destapen”.
Y la ciudadanía e incluso muchos/as de quienes aspiran a estos cargos, rehenes de este
juego violatorio de la ley.
Una nueva forma de hacer política sin duda vivimos.
En medio de todo esto, una grave problemática económica en el país, traducida en una
muy alta inflación y un nulo crecimiento, escasez, carestía.
Un altísimo nivel de inseguridad que dio cauce al llamado que el fin de semana hizo la
iglesia católica a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano para celebrar una
jornada por la paz en todo el país ante la violencia desbordada de asesinatos y
desapariciones de personas y después de que el gobierno ignoró sus llamados para
cambiar la fallida estrategia de seguridad visibilizando la impunidad que se vive en México
y convocando al gobierno federal a asumir sus responsabilidades.

Como sucede en todo desde hace más de tres años, la historia se repite una vez más: se
echan culpas a los anteriores, se polariza, se divide, se acusa, se señala, se desvía la
atención de la problemática real.
Por ello recordé una reciente lectura de un libro escrito por Ann Applebaum “El ocaso de
la democracia” -que me hicieron favor de recomendar- en el que la autora va exponiendo
una serie de reflexiones sobre el asedio que viven las democracias liberales y el auge del
autoritarismo, y que en su última parte refiere un ensayo de Ignazio Silone “La elección de
los camaradas” en el que trataba de explicar -entre otras cosas- el por qué seguía en
política y creía que valía la pena seguir luchando “no porque hubiera una sociedad
perfecta que construir, sino porque la apatía era insensibilizadora y adormecedora,
destruía el alma.”
De ahí que precisaba “evitar caer de nuevo en las tentaciones que ofrecen las diferentes
formas de autoritarismo” ya que todos los autoritarismos “dividen, polarizan y separan a
las personas en bandos enfrentados” “combatirlos requiere nuevas coaliciones”. Lo único
que podemos hacer es “elegir con mucho cuidado a nuestro amigos y aliados porque solo
juntos podemos (…) luchar contra las mentiras y los mentirosos” juntos para que
conceptos mal interpretados como el de liberalismo vuelvan a significar algo; “juntos,
podemos repensar cómo debería ser la democracia en la era digital.”
Momentos muy delicados vivimos en estos nuevos tiempos políticos, en los que la
violación permanente a la Constitución y a las normas jurídicas es la constante.

rgolmedo51@gmail.com
@rgolmedo
Palabra de Mujer Atlixco
rociogarciaolmedo.com

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