Una cortina de humo que puede tener consecuencias y no ser solo un distractor como
muchos que acostumbra el gobierno federal y el presidente, es la declaración de quien en
la memoria histórica de este nuestro país, nunca será bien recordado, Hugo López-Gatell,
uno de los hombres de este gobierno que perdió -en este caso en particular- la ética
médica.
Hace unos días declaró que los consultorios médicos adjuntos a las farmacias “son un gran
engaño” que “no resuelven los problemas de salud” que “las condiciones laborales de los
médicos y médicas trabajan en condiciones muy precarias” que “lo deseable es que no
existan”, entre otros comentarios, que seguramente en otra época, hubiera tenido alguna
lógica, pero hacerlo en las condiciones en las que tienen al sistema de salud pública del
país es un absoluto despropósito.
En efecto, seguramente cuando fueron autorizaos por parte de las autoridades de salud
estos consultorios, el objetivo era vender medicamentos de sus farmacias, pero
actualmente muchas personas han tenido que recurrir a este servicio.
¿Y por qué se acude a este servicio? Pareciera que el señor López-Gatell olvidó que una de
las primeras destrucciones de este gobierno federal fue desaparecer el Seguro Popular
que tenía como propósito llegar a la cobertura universal y que con todas sus deficiencias
proporcionaba, consultas, medicamento, servicios de salud a derechohabientes y a
personas que lo solicitaran y con mayor necesidad económica. Al declarar su
desmantelamiento inicia -dijo el presidente- un nueva época para la salud en México con
un nuevo sistema que llamó Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) que otorgaría
salud integral y universal para todos, como la de Dinamarca, pero este Instituto resultó
fallido, lo reconoció el mismo presidente al anunciar su cancelación, para dar paso a una
nueva política de salud que ahora sí “será como Dinamarca” -eso esperamos- y que se
llama IMSS-Bienestar.
El sistema nacional de salud está colapsado literalmente dicho. Tan solo como ejemplo
lo que sucede en Puebla. En 2017 el Hospital San Alejandro del IMSS, resultó muy dañado
con el sismo, fue evacuado y demolido hasta el 2019, desde entonces se habla de la
construcción de uno nuevo, -el Ejército encargado de estos trabajos- hasta el día de hoy
no inicia esa construcción. El otro hospital del IMSS conocido como La Margarita, donde
fueron trasladados enfermos y consultas, está colapsado por el número de pacientes
derechohabientes que necesitan de atención médica y su ya de por sí deteriorada
infraestructura, está colapsando. Otro ejemplo es el hospital del ISSSTE en Puebla, como
en el turno matutino no hay médico a los enfermos de cáncer, los distribuyeron con los
médicos que dan servicio por la tarde quienes les dan un trato indigno, no hay
medicamente y no los quieren atender que hasta que regresen de permiso los que
venían haciéndolo, cómo si esta enfermedad esperara.
Usando las mismas expresiones de López-Gatell el “sistema nacional de salud” del
gobierno actual, “es un gran engaño”; ineficiente; no otorga ya no digamos calidad en los
servicios de salud, ni siquiera hay medicamentos e insumos suficientes para atender; los
enfermos pueden esperar hasta meses para que les otorguen una consulta, si se las dan;
“no resuelven los problemas de salud”; y para colmo las quejas permanentes del personal
por “las condiciones laborales de los médicos y médicas que trabajan en condiciones muy
precarias” son frecuentes y están muy bien documentadas, el gran ejemplo lo vivimos
durante la contingencia del Covid; y ya no digamos el trato que algunos/as dan a quienes
se acercan a solicitar aunque sea a ese deteriorado servicio.
Por ello muchas personas han tenido que usar los servicios médicos de esos consultorios
privados adjuntos a las farmacias, que seguramente son supervisados ¿o tampoco lo
harán? Ahí, reciben atención pronta y respetuosa y pueden tener una consulta regular,
aun cuando la inmensa mayoría de las familias tengan que hacer esfuerzos superiores
para pagar y salir con la medicina que compran ante el desabasto en las instituciones de
salud pública. No tienen otra opción.
Como olvidar que en la contingencia -incluso hasta ahora- las pruebas de detección del
Covid que nunca ofreció el deteriorado sistema de salud pública, las encontramos en ese
sistema de salud privada. Esos médicos y médicas que critica el señor López-Gatell, aún
con esas “condiciones laborales” también enfrentaron la contingencia en esa primera
línea de contagio y seguramente también, muchos habrán perdido la vida, pero como no
hay estadísticas reales y confiables, no se sabe.
Entonces ¿porqué el gobierno federal quiere cerrar estos consultorios? no creo que sea
porque ya estén en la ruta de lograr otorgar un servicio de salud integral y universal para
mexicanos y mexicanas como el de Dinamarca.
¿Será un distractor más ante la violencia, la inflación y la corrupción? O qué nueva
destrucción nos espera.
Piensa mal y acertarás.
rgolmedo51@gmail.com
@rgolmedo
Palabra de Mujer Atlixco
rociogarciaolmedo.com