Arte Indígena de Cuetzalan, Puebla

Cuetzalan está ubicado en la Sierra Nororiental del estado de Puebla, su población es mayoritariamente indígena, en un 70% hablante Náhuatl.

 

Desde tiempos antiguos, se han ido transmitiendo los saberes de abuelas a nietas, siendo parte de la educación a las niñas que aprendieran a procesar el algodón para hacer el hilo con el malacate, desde pequeñas, las niñas aprendían a hacer el “tempoto” (fleco para adornar la orilla del Quexquemel). Cuando las mujeres eran pedidas en matrimonio, la novia tenía que hacer el atuendo del futuro esposo, con el Xochipayo tejido en telar de cintura y bordado en los dos extremos con pajaritos de colores, un tejido de macramé hecho a base de nudos y con unas borlas amarradas en las puntas; también tenía que hacer unos morralitos llamados paltel, de tejido muy grueso con teñidos naturales y con pequeños amarres en uno de los dos extremos en la boca del morral, y los hacían en dos tamaños, uno para llevar el itacate al campo, y el otro más más pequeño para que el esposo guardara el dinero.

 

La novia también hacia en el telar de cintura el Iztak kueit, un enredo hecho con dos lienzos añadidos y su quexquemel, tejía también un lienzo para cubrirse en lugar de usar blusa. La mujer no usaba sandalias, iba descalza. Posteriormente, empezaron a bordar las blusas de labor que se usan actualmente de pepenado de figuras con puntos y de tendido (bordado sin puntos). También la mujer aprendía a hacer sus fajas llamadas Hilpikat, hechas en telar con lana en color rojo para sostener sus enaguas. Ya casada, la mujer tejía un rebozo llamado Mamal con teñidos naturales en café con una franja blanca en el centro y una tira angosta en color rojo en los bordes, esta prenda se ocupaba para cargar a los bebés o para cubrirlo cuando lo dormían en su huacal.

 

El esposo ayudaba yendo al monte a buscar bejuco grueso para hacer los aros alargados de un huacal o portabebé, tejido con fibra natural de Jonote en un tejido fino. Hacían sus propios utensilios para la pesca, como son las Axiuas hechas con bejuco y una red tejida con fibra de Jonote atada al aro.

 

En los años 50´s, se empieza a construir la carretera que comunica a Cuetzalan con Zacapoaxtla, empieza a llegar el turismo que se maravilla con la hospitalidad de los habitantes de Cuetzalan, de su amplia vegetación, sus atractivos naturales como son los ríos y manantiales, de su cultura e identidad como pueblo Masehual, a visitantes les llamó mucho la atención el trabajo de las mujeres haciendo el telar de cintura, los bordados a mano, la cestería hecha con fibra de jonote y la artesanía elaborada con semillas.

 

Con la llegada del turismo, las mujeres vieron la posibilidad de tener un ingreso para la familia. Inicialmente se ofrecían las prendas tradicionales como son las blusas bordadas tradicionales, Kexkemel antiguo con bordados en los extremos y en las orillas de todo el contorno del Kexkemel, el huipil.

 

Las y los visitantes quedan admirados al ver el trabajo fino que se hace en el telar de cintura con hilaza de algodón, con hilo del mismo material o con hilo seda; estamos hablando de un trabajo muy fino con las verdaderas maestras del telar, a los visitantes les impresiona ver los bordados a mano hechos con colores vivos y con motivos copiados de la naturaleza, como son los pajaritos y las plantas con sus flores.

 

Por la necesidad de vender, las mujeres empezaron a hacer nuevos tipos de prendas, tanto en bordado como en telar; de igual manera, sucede con la cestería de fibra de jonote, empezaron a elaborar vestidos, blusas con manga, pañoletas, bufandas, juegos de servilletas bordadas en manta y en telar de cintura, rebozos, cojines, manteles, colchas, tortilleros, servilleteros, pulseras, diademas, cinturones, camisas bordadas y con aplicación de telar, aretes bordados y tejidos, llaveros de penacho de quetzal, de atrapasueños, de alampepe, o bien, de lágrima de San Pedro, que esta última es una semilla que nace en el matojo de un zacate, dicha semilla es utilizada para hacer aretes, collares y rosarios.

 

Artesanía: es el Arte Indígena de los Pueblos, es el Arte de crear y elaborar productos a mano, implica la creatividad y el desarrollo de habilidades para elaborar estos productos, es un don que las personas traen, por lo que no cualquiera puede hacer Arte Indígena.

 

Así, debemos valorar el trabajo que nosotras hacemos, esfuerzo y dedicación de nuestros Artesanos y Artesanas. Tratamos de vender nuestros productos a precios justos, se requiere de tiempo, de talento, de observar nuestro entorno y así tomar de la naturaleza algunos elementos, como las flores, las plantas, los animales, los colores y plasmarlos en un tejido o en un bordado.

 

Su valor va más allá de lo económico, tiene un valor cultural ancestral espiritual, es parte de nuestra identidad como pueblo Masehual.

Hasta ahora tratamos de conservar las técnicas manuales propias, nuestros diseños son originales y muchas veces son diseños únicos.

 

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