Rocio García Olmedo

Un hecho más de violencia contra las mujeres se ha documentado. Una vez más en Jalisco.
Otra mujer ha sido asesinada de la manera más cruel, abominable. Su delito pareciera es,
que su hijo molestaba por su problema de salud a los vecinos. Horror.
Y como en cada ocasión, las autoridades de todos los niveles declaran “vamos a ir al
fondo del asunto” “se hará justicia” “hasta las últimas consecuencias”. Y también como
en muchos otros casos son las familias de las víctimas, las que asumen la investigación de
los asuntos. ¿Y las víctimas colaterales hijos e hijas, familiares? No sólo se quedan
huérfanos/as, se vuelven invisibles porque el Estado no los protege.
En la mayoría de los casos antes de la agresión pidieron ayuda, informaron a las
autoridades, solicitaron protección, y nada, no fueron escuchadas. Después de su
asesinato las autoridades hacen esas declaraciones, parece una burla.
¿En qué momento se podrá entender que las acciones de gobierno deben dejar de ser
reactivas y que se aborde toda esta problemática desde la prevención y de forma integral?
¿Cómo evitar que siga escalando y las afectaciones se vuelvan -como está siendo- cada día
más graves?
Qué tal si el Presidente de México, declara de Seguridad Nacional la protección de las
mujeres para poner freno a todo tipo de agresiones.
Si el Estado mexicano lo conformamos hombres y mujeres y más de la mitad de su
población que somos las mujeres estamos en riesgo, se convierte en una amenaza que
trastoca la estabilidad del país. Agregaríamos aquí los riesgos y las amenazas que viven las
víctimas colaterales, que ni siquiera ha sido cuantificado.
Por ello se justificaría y encuentra sustento en la Ley. Si por Seguridad Nacional se
entienden “las acciones destinadas de manera inmediata y directa a mantener la
integridad, estabilidad y permanencia del Estado mexicano que conlleve: La protección

de la nación mexicana frente a las amenazas y riesgos que enfrente nuestro país” (Ley de
Seguridad Nacional Federal, Artículo 3, Fracción I).
Se justificaría también porque tiene que ver con derechos humanos y cumpliría aquello de
“El mandato constitucional de garantizar la convivencia democrática dentro del marco de
la Constitución y del resto del ordenamiento jurídico y de proteger a los ciudadanos en el
libre ejercicio de sus derechos y libertades públicas” (Seguridad Nacional. Un Proyecto
compartido, 2020)
Sería entonces de interés nacional la seguridad de las mujeres y con ello sería
considerado como una política de estado prioritaria por parte de todas las instituciones
de gobierno de los tres niveles y de los tres Poderes del estado.
Dejaríamos de estar solo en el discurso. Se asignarían recursos. Se diseñarían estrategias
y políticas públicas evaluables para su atención. No habría tantas equivocaciones
reiteradas por parte de las autoridades, omisiones, negligencias, que si hubiesen actuado
tal vez las mujeres seguirían con vida. Se combatiría la impunidad existente. No habría
distracciones por las sucesiones adelantadas que les distrae.
Observamos hoy, que el concepto de Seguridad Nacional se utiliza con el propósito de
imponer proyectos “prioritarios”, porqué entonces no puede ser declarada una prioridad
detener la escalada de violencias contra las mujeres, conociendo que el 72.9% de mujeres
(7 de cada 10) se sienten inseguras en México (ENSU-INEGI, Junio 2022). Que Junio fue el
mes más violento para las mujeres 89 feminicidios. Que entre abril y mayo crecieron los
homicidios dolosos de 224 a 272. Que también crecieron los homicidios culposos de 328 a
349 (SESNSP, 2022).
Se justifica la declaratoria de Seguridad Nacional para proteger a las mujeres.
“La única lucha que se pierde es la que se abandona”
rgolmedo51@gmail.com
@rgolmedo
Palabra de Mujer Atlixco

rociogarciaolmedo.com

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